Va por ti, Charlie

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Llevaba mucho tiempo dándole vueltas (como ya ocurrió el año pasado, y el anterior, y el anterior…) a este blog. Algo que siempre he querido tener como un apoyo para expresar cómo vivo el deporte del motor. Pero ocurre algo que ha estado acompañándome toda mi vida: soy un inconstante.

Por eso, esta semana, a las puertas del primer Gran Premio de F1 de la temporada, quería escribir algo que fuese una especie de declaración de intenciones. Algo que vaya más allá del último post de este sitio, escrito desde la mismísima sala de prensa del circuito de Silverstone. Y es escribir con asiduidad, lo que en mi mente ha sido siempre la finalidad de este espacio.

Hoy quería hablar de un nuevo comienzo. De una gran oportunidad que comenzó allá por septiembre del año pasado, en el que se empezó a fraguar el proyecto Il Tamburello, de la mano de Samuel Carreño, el tipo que me ha dado la oportunidad de escribir en esa web. Muchas horas de trabajo, más de planificación que de escritura, para dar el pistoletazo de salida el 11 de febrero de este año a una web que, si bien no es lo que tenemos en mente, cada vez se le parece más.

Hoy quería hablar de ilusión. De saber que, aún cuando el año pasado tuve el privilegio de asistir a la presentación del Mercedes W09 F1 y a cubrir el fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña, este año es el que, previsiblemente, esté más inmerso en tareas del deporte del motor.

Pero nos despertamos con una terrible noticia. Charlie Whitin, el que fuera Director de Carrera y Delegado de Seguridad en la F1 desde 1997 ha fallecido esta mañana en Melbourne por culpa de una embolia pulmonar.

Whitin, que padecía hipertensión, era propenso a olvidarse sus pastillas en el hotel y mandar a recaderos a los hospitales de los circuitos a por ellas, como bien señala en un tweet esta mañana Virutas de Goma. Hombre cercano, se ha visto muchas veces inmiscuido en decisiones que, si bien algunas (muchas, seguro) no han sentado bien, seguro que tampoco él se sintió cómodo; pero todo por la seguridad de unos pilotos que, siempre debemos recordar, se juegan la vida cada vez que se suben a esas máquinas.

Sin duda me quedo con dos situaciones para explicar mejor cómo era este hombre: hace apenas unas horas, Sebastian Vettel hacía el tradicional recorrido a pie de la pista de Albert Park, y a su lado le acompañaba Charlie, aquél a quién tantos «honestly» le ha brindado el alemán de Ferrari. Pero iban juntos, hablando, charlando, compartiendo impresiones y quién sabe si algún tema de conversación fuera de los cochecitos de colores.

La segunda situación con la que me quedo es algo que explicaba ayer Carlos Sainz. Recordaba que, en su primer año en Fórmula 1, Charlie se le acercó. Al principio, el madrileño creyó que vendría a reprocharle su agresividad dentro de la pista. Pero no. Le dijo que le encantaba cómo actuaba, que esa era precisamente la chispa que necesitaba la F1 actual, pero que sobretodo actuara con cuidado.

Hombre de carreras, el tipo que comenzó en el taller de su padre con coches de rally cerca de Brands Hatch será recordado por su tranquilidad a la hora de tomar decisiones muy difíciles y controvertidas, pero también por ser una persona siempre cercana y que nunca decía «no» al necesitar hablar con él para cualquier situación.

Ahora, a sólo tres días de que se empiece a escribir un nuevo capítulo en la Historia de la F1, el show debe continuar. Y lo debe hacer para honrar el recuerdo de una persona que era clave para el deporte que tanto amamos, para honrar el recuerdo de tantas personas que han dado su vida, y dedicado su vida, por y para el deporte del motor.

En tu recuerdo: Charlie, si desde arriba ves que comienza a chispear, ni se te ocurra sacar bandera roja.

Acerca de Vicalma

Malagueño polivalente. Enamorado del automovilismo en toda su extensión.

Publicado el 14/03/2019 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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